Una pieza «absolutamente excepcional». Así aparece catalogado en un informe preliminar el busto femenino romano intervenido por la Guardia Civil en el operativo 'Plotina' contra el mercado negro del arte en Baena. La escultura, de valor incalculable, le fue incautada a un matrimonio de la localidad en diciembre de 2022 (si bien la noticia se dio a conocer a finales de junio de este año), junto a más de un centenar de hallazgos arqueológicos como capiteles visigodos, monedas de distintas épocas y cerámicas. En los registros practicados por los agentes en tres domicilios y un trastero estuvieron presentes técnicos del Museo Arqueológico de Córdoba (que, actualmente, custodia el busto y resto de artículos), que realizaron una selección de los hallazgos. «Lo elegido es heteróclito en su composición y muy diverso ela relevancia patrimonial», recoge el informe.
La pieza más relevante de todas las intervenidas es, sin duda, la escultura femenina romana realizada en mármol y datada en el primer tercio del siglo II, con unas dimensiones de 52x40,50x26 centímetros. Según detallan los técnicos, la mujer retratada es una joven vestida con túnica y manto, «cuyos pliegues y movimiento están tallados con gran virtuosismo». Tiene ligeramente ladeada la cabeza hacia su izquierda, el cuello es largo y fino y las facciones se ajustan «a una representación realista idealizada, rasgo que caracteriza a la retratística romana de época altoimperial (siglos I-III) a partir de Augusto».
Descata su peinado, un complicado recogido de cabello trenzado que forma un amplio rodete sobre la coronilla. Sobre la frente se dispone un tupé o diadema de pelo en V invertida, formada por dos registros de finas trenzas. «Este complicado peinado es una peluca, muy usadas por las damas romanas a partir de época flavia (69-98)», especifica el informe. Este tocado «es característico de mujeres vinculadas a la familia imperial Ulpia-Aelia, a la que pertenecieron los emperadores Trajano (98-117) y Adriano (117-138), concretamente de Salonina Matidia, hija de Marciana y sobrina, por tanto, de Trajano».Los lóbulos de las orejas van perforados para colgar unos pendientes, «probablemente de oro», lo cual «es un rasgo singular que suelen ostentar poco las representaciones de diosas». Así, los técnicos destacan que su parecido en el gesto, el peinado o la torsión de la cabeza con los retratos conocidos de Matidia conservados en el Museo del Louvre y en los Museos Capitolinos «es evidente». No obstante, «el retrato sufrió un proceso de retalle para convertirlo en el retrato de una persona distinta a la primera representada».
«La excepcionalidad de la pieza es indudable y está a la altura de la mejor escultura romana del siglo II realizada en talleres hispanos», concluye el informe. La base de la escultura romana desarrollada en esa época hay que buscarla en la cultura griega. Las familias con más poder e influencia utilizaron esta manifestación artística (en mármol y bronce) para ensalzar su posición, tanto en el ámbito privado, en sus propias villas, como en el público. Como dato curioso, durante esta época en la que era cada vez mayor la demanda de este tipo de esculturas, para abaratar costes, la realización se hizo, en algunos casos, de forma intensiva en los talleres, convirtiéndose en un arte seriado al utilizar los mismos moldes, especialmente para el cuerpo, modificando únicamente los rasgos faciales.