ARTE, GEOGRAFÍA E HISTORIA

 

 

 

 

 

 

En el estanque central de los Jardines de Agricultura de Córdoba se encuentra el grupo escultórico titulado 'Agricultor, Agricultura y Progreso'. Su autor es el escultor José Carrilero Gil, nacido en Caravaca de la Cruz, perteneciente a la provincia de Murcia, en el año 1928. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, donde permaneció tres años pensionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, fue Premio Nacional de Escultura en 1960 y ha estado radicado en Madrid siendo profesor en la Escuela de Artes y Oficios y en la Facultad de Bellas Artes, si bien se encuentra muy ligado a su tierra natal y es académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca de Murcia. 

Esta escultura se data en 1964 y está realizada en bronce con unas medidas de 170 cm x 92 cm x 92cm. Llama la atención por su singularidad, puesto qu es que puedes encontrártela no sólo aquí, sino en más de treinta lugares de España, realizados por la Fundición Eduardo Capa. El monumento de Córdoba se inauguró el 23 de mayo de 1970 en el transcurso de un acto en el que no faltaron las autoridades locales, así como altos representantes de la firma John Deere y de Comercial Rochi, que fue la promotora de la donación. El gerente de ventas agrícolas de la marca de tractores, José María Sancho Artola, fue el encargado de hacer el ofrecimiento del monumento, resaltando “el papel destacadísimo que representa Córdoba en el ámbito nacional, contribuyendo de forma rotunda en la economía del país”. Le contestó el alcalde, Antonio Guzmán Reina, quien hizo un análisis de lo que representa la agricultura para la capital y para el concierto nacional, además de alentar el progreso “como fuente de bienestar para todos”.

Sobre un pedestal cúbico de piedra, se alzan las figuras adscritas al carácter neofigurativo del autor; lo más evidente es que está compuesto por tres figuras, que debe ser entendidas de forma alegórica. El simbolismo implícito a su semiabstracta y expresiva figuración, es una doble alusión a la familia y a su mítica vinculación con el universo del agro, desde una gracilidad plástica provista de una materialidad casi incorpórea. Representa a un agricultor junto a una mujer que simboliza la agricultura y un niño como símbolo del progreso. La Agricultura está plasmada en la figura de mujer con los frutos y, tallados en el vuelo de la falda, los dientes de engranaje que son la huella de la mecanización con la que está comprometida John Deere. El agricultor soporta y levanta en solícita ayuda con sus manos al Progreso que avanza con un paso al frente hacia el futuro y que alza en sus manos, en la forma de un haz de mies, la promesa de alimento y vestido para la humanidad. Agricultor, agricultura y progreso forman un grupo que simboliza la unión y ligazón entre los tres de la familia agrícola y les imprime un sello humano y familiar. Su trilema se plasma en las tres figuras, varón, mujer, niño, estilizadísimas en lo sintético, curvilíneo y expresivo, que cuenta con la eficacia volumétrica de los vacíos.

REFERENCIAS

CABRERA, J.: El extraño monumento de Los Patos cumple medio siglo, La Voz de Córdoba, 24 de mayo de 2020.
Agricultor, agricultura y progreso: El curioso monumento que no está sólo en Zamora, OcioZamora, 3 de diciembre de 2021.
Agricultor, Agricultura y Progreso, esculturaurbana.com, noviembre de 2009.
Agricultor, agricultura y progreso. Escultura conceptual o abstracta, Patrimonio Cultural y Paisaje urbano. Madrid.
Escultura a la agricultura, lacasadecampo.com, 17 de febrero de 2021.